Todas las temporadas cuando rondan estas fechas, cuando se acerca el comienzo de la competición en las ligas de los más pequeños, el fútbol 7, cuando los papás y mamás de turno no paran de preguntarte: «¿cuándo empieza la liga?», «la competición empezará ya pronto, ¿no?», cuando la impaciencia de entrenar y únicamente jugar amistosos es ya inaguantable, sobre todo para los adultos de cada casa, no puedo dejar de pararme y pensar en todas las vivencias que he tenido a lo largo de todos estos años que llevo formando pequeños en el fútbol base. Qué será esto del fútbol que todo el mundo opina y tiene derecho a juzgar a los que lo dirigimos, todo el mundo sabe más que los técnicos y la inmensa mayoría de padres creen que tienen una estrella en su casa. En la red se pueden encontrar innumerables fotos y documentos que hacen referencia al comportamiento de los acompañantes de los niños a las instalaciones deportivas, haré un repaso por algunas de ellas con el objetivo de que alguien lo lea y lo pueda aplicar. De verdad que si nos miramos todos un poco al ombligo nos daremos cuenta de las barbaridades que somos capaces de hacer o decir por nuestros hijos cuando hacen deporte.
No quiero ser injusto, y lo sería si metiese a todos en el mismo saco, hay padres y madres de todo tipo, desde los que aprovechan para irse a hacer running mientras su hijo entrena, hasta los que parecen un segundo portero detrás de la portería que defiende su hijo, los que quieren que su hijo únicamente se divierta o los que corren la banda de arriba a abajo dando instrucciones…
Alguien puede pensar que todas estas fotos, cartas, artículos, son exageradas, pero las personas funcionamos así, es como los anuncios de la DGT, hasta que no paramos a verlos detenidamente no nos damos cuenta de que son situaciones que se asemejan mucho a la realidad.
Cada uno debe saber donde esta su sitio. También es cierto que hay entrenadores que parece que llevan un equipo de primera división y también deben saber cual es su rol en estas edades tempranas.
Yo iría un poco más allá, de camino a casa únicamente animo, sonrisas y desconectar hasta el siguiente entreno, muchas veces es tanta la presión que sienten los chavales que es impresionante, ver como después de cada acción que realiza un jugador mira a la grada para ver si el papá de turno le da el beneplácito, ellos están pidiendo a gritos «déjame ser, papá» deja que tome mis decisiones y que me equivoque para poder aprender de mis errores, creerme que es como mejor se aprende, solo así podremos llegar a evitar lo que dice la siguiente carta …
Los padres deben ejercer de eso, de padres, ardua labor la que tienen por delante, yo he llegado a ver a un papá con su hijo en pleno enero a las 22:00 de la noche dando toques a un balón, seamos claros, todo tiene su tiempo y su edad, en fútbol como todo en la vida, cuanto más se practica más se mejora, pero de ahí a que un niño de 7 u 8 años este a las 10 de la noche dando patadas a un balón… me vais a perdonar pero a esas horas debe estar en la cama que al día siguiente hay escuela. No abusemos de nuestro hijo para que llegue a ser lo que no pudimos llegar a ser nosotros. El niño es un ser independiente no un «yo» en miniatura.
En este cartel hay una serie de consejos que recomienda una gran profesional como es Patricia Ramírez psicóloga deportiva, os invito a que perdáis diez minutos de vuestro tiempo y veáis el siguiente video en el cual los explica uno por uno, además muchos de los padres y madres que asistís a los campos de fútbol os veréis identificados.
El objetivo de esta entrada en mi blog es que veáis lo compleja que es la labor del entrenador y que sería de gran ayuda si el comportamiento de los padres fuera este, beneficiaría a todo el equipo y en particular a su hijo. Creo que la inmensa mayoría de padres no son conscientes del daño que ocasionan y espero que después de leer esta entrada se pensarán dos veces el que decir o gritar en un campo de fútbol cuando juegan sus hijos.
NUNCA SE PARA DE APRENDER